miércoles, 3 de octubre de 2007

¡Acá lo defendemos!

Hoy como todos los miercoles de este ciclo, me despierto temprano, me baño, tomo mi desayuno y me voy feliz a clases. ¿Porqué tanto entusiasmo? Es porque tengo dos horas de Termodinámica con el Dr. David Campos, un gran maestro, para los conocedores -me atrevería a decir mejor- igual que el Dr. Milber Ureña. El profe es tan empático -y simpático- para enseñar este curso de mierda, que me gusta aprenderlo.

Pero hoy no fue un miércoles feliz, hoy tuve sólo una hora de Termodinámica.

Hoy unos cuantos dominés [1] en su cónclave del día de ayer -donde decidieron participar de la Marcha Nacional Universitaria- salieron a marchar por las aulas de La Molina. Todo esto con el propósito de amedrentar a los profes que dictaban clases.
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9:54 am
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Se empiezan a escuchar a lo lejos, pero muy claro, el coro de tarolas mal redobladas junto con las bufas de algunos docentes.
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El profe Campos se puso algo nervioso.
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-"A ver, cierren la puerta de atrás por favor. Seguro vendrán a molestarnos", dijo el profe.
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Me paré y fui a cerrar la puerta, ya que nadie atinaba a hacerlo. Mientras el profe hacía lo mismo con la puerta principal. No sé porque los alumnos no se movían.
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El coro desafinado seguía su marcha al compás de su torpe redoble y yo me preparaba psicológicamente para el inmimente enfrentamiento, la adrenalina iba aumentando poco a poco. Ese redoble lo conozco, no es de los profes, no puede ser, debe ser de algún alumno.
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-"Bueno chicos, es mejor que lo dejemos ahí -mira su reloj- por lo menos tuvimos una horita de clase", dijo el profe en tono positivo, mirando el vaso medio lleno.
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"¡Pero porqué profe! Acá sus alumnos lo defendemos, que van a venir a malear nuestra clases", le dije seguro de mi afirmación.
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"Si profe, el monFu lo defiende", dijo Simón.
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10:02 am
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Tocan la puerta. Todos se callan. El profe se asusta. Tocan por segunda vez. La gente no sabe que hacer. Mi adrenalina sube de cero a mil en un segundo. Un grito atrapado en mi pecho busca la manera de salir. Tocan por tercera vez y no aguanto más.
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¿Qué se han creído éstas basuras para sacarme de clases? Clases que normalmente no tienen que sacarme porque ya estoy afuera. Me paré molesto. Me dirijí a la puerta y para abrirla, como estaba trancada, la pateo fuerte y con violencia, agarrando la chapa para no romperle la cara al sapo que está al otro lado. Estaba apunto de decir: ¡¡¡¿¿¿QUÉ QUIEREEE???!!! y veo la cara de un huevón asustado... le digo que pase y la gente lo pifea. Mis amigos al ver esto se rien, los que me conocen poco se asustan. En verdad quería putearme con un profe'. Ya he discutido con algunos profes pero, como buen diplomático, he guardado la compostura.
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Al salir de la clase, caminando hacia la facultad de Ciencias con mi nuevo buen amigo Pachi Alberto, me quejo de por qué tenemos que salir de nuestra clase, quienes nos sacaron, y esperando tener clases de Bioquímca luego.
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La profe de Bioquímica nos dice que "no puede" hacer clases. La misma profe que el día de la Gymkana molinera pretendía dictar clases a las ocho de la mañana. En este caso -felizmente- ella "quería" pero "no podía" hacerlo.
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Ya de vuelta en mi oficina, en el Gato, me puse a pensar sobre toda esta secuencia de sucesos: "evitémosnos problemas", "no puedo dictar", etc.
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A ver, a ver, ¿qué pregunta es necesario responder en estos momentos? Una que no sea complicada y que diga qué es lo que está pasando con la universidad. Ensayemos con esta: ¿cómo es que los molineros defienden lo que creen, piensan, sienten, o lo que fuera? Hmmm... La respuesta no es complicada, es más, no resiste el más mínimo análisis: ¡NO DEFIENDEN NADA!
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¡JODANSE!
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1. despect. Persona que, sin mérito para ello, adopta el tono de maestro.

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