domingo, 3 de junio de 2007

Martes por la tarde

La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche en el amanecer...
Mi corazón sediento ansía tu agua clara,
pero es un agua ajena que no debo beber...
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José Angel Buesa
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Mi empanadita (Dani) me escribió este comment -a modo de versos escrito más como reflexión que como poema- donde describe tiernamente nuestras lindas conversaciones sobre la vida. Gordaaa quiero verte! Te quiero =o]!
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:: Daniela Orlandini ::
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Como la llegada del fin de semana y el término de un periodo depresivo; más como ternura que como pretensión. Con la gracia de enseñanza correlative a causa de experiencias diferentes. Con el optimismo de que nos vaya mejor en el futuro de nuestro pasado deplorado donde cometimos errores destinados a nuestro crecimiento interior y madurez personal. Confiamos historias e interrogantes de nuestras vividas experiencias a nuestro propio riesgo, buscando algo parecido a la comprensión afable y la cúspide de la sinceridad, para tener la certeza de la posible mejora en nuestras futuras jornadas en la frialdad de la concurrente sociedad. La estimación es tanto reciproca como tierna, que se da con espontánea facilidad. Facilidad que se manifiesta en la pura confianza que demostramos en conversaciones que transcurren por un portal fuera de lo subjetivo y habitual de la vida, pero a la misma vez un mundo paralelo a lo normal. Cada vez más normal y menos seguro por sus poderes insuficientes que terminan por abrumar la mente y contaminarla con imágenes sin importancia para lo necesario de nuestro crecer. Pero eso no importa si nuestra continua comunicación será contingente por estos medios del vicio tecnológico. Un vicio que a la vez enseña más de lo pensado con sólo disertar contigo. No eres sino un modelo a seguir por tu tan singular manera de hacer entender, a veces rigurosa, pero sincera verdad, que con buen propósito de ayudarme a ver las cosas con más claridad y que cooperen vacilando tanto mis presentes como venideras experiencias y mis emociones que entonces entiendo, valoro con tanto afecto.

Mi gorda y yo cuando estuve por Orlando (sale un poco "reflexiva")
Nota: ella me lavó las medias

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