Víspera de Año Nuevo | 31DIC2012
Me despierto a las 0330 horas para preparar mi desayuno, la salida de pesca está programada a las 0430, la tripulación quiere empezar las celebraciones del nuevo año desde temprano.
Llego al punto de reunión a las 0420 horas y no encuentro a nadie, sospechando que se habían quedado dormido, muerto de frío me coloco mi raincoat y me hecho a dormir dentro de la panga.
A las 0515 horas, ya retrasados, decidimos hacernos a la mar con un tripulante menos. El capitán me pide que los ayude en la faena. Acepto con alegría.
La Luna apenas alumbra, el Sol no quiere salir y flojo deja que un gran colchón de nubes lo envuelva. El Viento sopla con suavidad. Tomamos rumbo sur y aprovechando la calma del Mar vamos a toda maquina, las olas revientan contra la proa y nos mojan, soy el único que le molesta el agua. Empezamos la faena. Me toca jalar la línea, es fácil los primeros 50 anzuelos, luego la falta de práctica empieza a notarse. La pesca empieza a llegar:
"Hoy es parguería, parguería! Yija!!", grita el capitán.
"Mira que tilín tilín está este mecate!", grita Yanel.
Al parecer será el mejor día de pesca del mes. Me arden los hombros por el trabajo de jalar la línea. La espalda y cuello duelen por estar en una posición incómoda. El abdomen quiere explotar del balanceo constante de la embarcación que hace que tenga que pensar en mi equilibrio. La tripulación sigue como si nada. Al finalizar la primera línea estoy exhausto, pienso en hacerlo más rápido pero no puedo, me quedan 2000 anzuelos. Josín, tripulante, nota mi cansancio y me releva.
"Cánteme la pesca hijo'eputa, cántemela!!", le grita en broma el capitán a Josín. "No sabe nada de líneas hombre, no sabe nada de líneaaas!!", sigue el capitán molestando a Josín. Yo me mato de la risa, mientras recupero los anzuelos de las culebras. Calín, el capitán me dice que al Señor no le gusta que sus hijos estén palmados por eso estoy con ellos para ayudarlos en la pesca. Le sonrío humildemente, asentando con mi cabeza a manera de agradecimiento por el comentario.
La lluvia empieza a caer y el viento a soplar. Le digo al capitán que soy alérgico al agua, me pongo mi raincoat. He aprendido a aceptar las situaciones como vengan y de lo que se presente sacar el mejor provecho. Luego de la lluvia que nos mojó y nos hizo pasar frío, en el horizonte se formo un gran arco iris. Hermoso. Empezaba en el mar, se escondía alto alto en las nubes y terminaba en la costa. Pido permiso para tomar unas fotos. La faena continua. Las manos me arden, el mecate maltrata mis dedos, las picaduras de las malaguas enredadas en la línea no hacen que la situación mejore. No me quejo, ellos hacen esto todos los días. La pesca es pareja, sacamos pescado cada 10 o 15 anzuelos. Es una pesca excelente, hemos aumentado nuestra eficiencia a más del triple.
"Qué es eso Cosín, qué es eso Cosiiiiín??!!". Las cabrillas salen una tras otra, una tras otra, la acompañan las palometas de 10 libras. La faena prevista para 5 horas se extiende a 8. Todos estamos felices. Llaman a Yanel al celular, se queda hablando un rato y antes de colgar grita al teléfono "PREPARA LOS REALES JODIDO, QUE HOY TE LLEVAMOS EL TERMO LLENO!!".
A las 1300 horas las líneas están en la panga. Las anclas y boyas ordenadas y enrumbamos a la playa. La faena terminó con más de 300 libras en pesca.
Termino satisfecho ya que después de un mes de desaciertos, intentos frustrados y poca pesca por fin siento que mis conocimientos aportan a la pesca. Es jodido hacerse a la mar día tras día y no tener resultados. Hoy ha sido una confirmación que estoy por buen camino, me levanta la moral, llena el espíritu y hace que reciba este nuevo año con mucha ilusión.
Para terminar.
Josín: "Calín, ¿hoy si ganamos, cierto?"
Calín: "Siempre que el Señor nos permita volver a casa habremos ganado Cosín".
FELIZ AÑO!
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