anarquía.
f. Desconcierto, incoherencia, barullo.
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Hoy como todos los domingo fui a hacer las compras de la semana a Plaza Vea con mi pa'. Como siempre compramos sólo cosas para el desayuno, porque mi mamá se encarga de las comidas. Al parecer me ocurrio algo bien curioso para que esté escribiendo sobre un domingo normal.
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[Parte ·1·]
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Me he dado cuenta que comprar los domingos es algo perturbador. Primero, todo el mundo tiene tiempo los domingos, sintoma que va a estar lleno; y segundo, este día sueltan a todas las "impulsadoras de ventas" (que de paso son bien feas). Haciendo un paréntesis, una reflexión acerca de este plausible oficio, me he dado cuenta que tener la denominación de impulsadora debe ir en menoscabo del autoestima -valga la redundancia- en contra del amor propio. Es como si te etiqueten, y de frente pa' no pasar caleta, como: ¡FEA!. ¿O acaso hay impulsadoras bonitas? Me tome la molestia de ver a tooodas las chicas de la tienda, y no por mañoso, sino por esa repentina reflexión que allanó mi mente. De acuerdo a la hipótesis (hipótesEs como decía mi pofre "el Mango" Arango), no pasa nada, ni buen cuerpo tienen, a lo mucho son amables, porque muchas de ellas te joden así les hayas dicho "No gracias". Pero dejemos a las encomiables impulsadoras de lado, que con su desvergonzado trabajo nos regalan delicias para degustar siempre que nos las cruzamos (una chica Lamborgini me invitó un cheesecake de mora, buenazo!).
[Tomado de Mundo Anuncio]
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Sigamos con nuestro recorrido.
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Al parecer soy el único chico de 21 años que acompaña a su viejo a comprar, entre sentirme tonto u orgolloso -por compartir un momento con mi padre- creo que escogemos la segunda opción.
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Lo más dramático ocurrió cuando nos acercamos a pagar a caja. Me acordé (porqué me acordé!) que mi hermano gemelo se había llevado el champú, con toda la conchudez del mundo -sin preguntar- como él es bacanazo, se apoderó de éste. Pero no hay problema, se soluciona comprando otro.
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[To be continue...]
