-"Hay que pensar en el país."
"No, no, aquí es el bienestar de nosotros primero.
Antes de pensar en el bienestar del país
tiene que estar el bienestar tuyo."
Conversación entre los congresista
Carlos Tores Caro y Gustavo Espinoza
20.07.2008
Tengo el orgullo de ser peruano
y ser feliz?
(Julio C. Tello, citado por Cherman)
En épocas de reflexión esteril y moral ligera; de quehacer aletargado y patriotismo ocioso; entre el crecimiento económico, pobreza, corrupción, transfugismos, arreglos bajo la mesa, modernidad, calles rotas y feriados largos, me tomé unos minutos para pensar sobre estas fiestas.
Más allá de la importancia de nuestra Independencia y de los sacrificados combatientes que la lograron, en esta ocasión no hablaré del memorable 28 de Julio de 1821. Quiero regalarles fragmentos de tres cartas de nuestro héroes nacionales que inmolaron sus vidas el glorioso y triste 07 de Junio de 1880 en la Batalla de Arica, para los que no saben, también Día de la Bandera.
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Quizá sea muy romántico hablar de héroes, de personajes que dan la vida por defender empresas enormes, etéreas, al parecer eternas, tan grandes que sólo son justificables ante los corazones valientes y apasionados, de espíritus abnegados y bondadosos que actúan con desprendimiento en pos de los objetivos planteados. Éstos héroes se presentan como referentes éticos ya que nos proponen un modo de vida diferente, nos llaman a vivir con honor, rectitud, lealtad y amor a la patria.
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En el fondo creo que todos tenemos un héroe dentro, este que nos llama a ser valientes, honrados, humildez y bondadosos; este que nos impulsa a vencer nuestros miedos y luchar por nuestros ideales. Este héroe nos hace mejores amigos, mejores hijos, mejores padres, mejores cuidadanos, mejores peruanos.
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Que vivan nuestros héroes, que con sus gloriosos y nobles gestos renuevan nuestro compromiso con la patria y con la humanidad.
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CARTA DE FRANCISCO BOLOGNESI A SU ESPOSA
"... Esta será seguramente una de las últimas noticias que te lleguen de mí, porque cada día que pasa vemos que se acerca el peligro y que la amenaza de rendición o aniquilamiento por el enemigo superior a las fuerzas peruanas son latentes y determinantes. Los días y las horas pasan y las oímos como golpes de campana trágica que se esparcen sobre éste peñasco de la ciudadela militar engrandecida por un puñado de patriotas que tienen su plazo contado y su decisión de pelear sin desmayo en el combate para no defraudar al Perú. ¿Que será de ti amada esposa? Tu que me acompañaste con amor y santidad. ¿Que será de nuestros hijos, que no podré ver ni sentir en el hogar común? Dios va a decidir éste drama en el que los políticos que fugaron y los que asaltaron el poder tienen la misma responsabilidad. Unos y otros han dictado con su incapacidad la sentencia que nos aplicará el enemigo. Nunca reclames nada, para que no se crea que mi deber tiene precio...”
CARTA DE ALFONSO UGARTE A FERMIN VERNAL
“... No hay detalles ni tenemos noticias seguras de los nuestros más de lo que te comunico. Aquí en Arica estamos solamente dos divisiones de nacionales, defendiendo éste punto, y aún cuando somos tan pocos, no podemos hacer lo de Iquique, abandonar el puerto y entregarlo, porque éste es un puerto artillado y tiene elementos y posiciones de defensa. Tenemos pues, que cumplir con el deber del honor defendiendo esta plaza hasta que nos la arranquen a la fuerza. Ese es nuestro deber y así lo exige el honor nacional. Estamos pues esperando ser atacados por mar y tierra. Dios sabe lo que resultará, así que te puedes imaginar mi triste situación. Sin embargo es preciso resistir hasta el último y te puedo asegurar, también, que con las posiciones que ocupamos en el morro, los cañones de grueso calibre y las minas que tenemos preparadas, les costará muchas vidas a los chilenos reducirnos y quitarnos ésta plaza. Estamos resueltos a resistir con toda la seguridad de ser vencidos, pero es preciso cumplir con el honor y el deber. Quizás la suerte nos favorezca y lleguen con tiempo los refuerzos que esperamos de Arequipa...”
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CARTA DE RAMON ZAVALA A UN AMIGO
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“... De todos modos tengo la seguridad de que si no triunfamos, que si los chilenos no reciben su castigo aquí, que si no hacemos de Arica un segundo Tarapacá, la defensa será de tal naturaleza, que nadie en el país desdeñará en reconocer en nosotros sus compatriotas, y que los neutrales no dejaran de reconocernos como los defensores de la honra e integridad de nuestra patria. Arica, no se rinde, ni las banderas se despliegan para abandonar la plaza; por el contrario, resistirá tenaz y vigorosamente, y cuando la naturaleza cede, obedeciendo a leyes físicas, los invasores pondrán su planta en un suelo que está cubierto de cadáveres y regado por sangre peruana. Sus defensores prefieren la muerte a la deshonra; la gloria a una vida que les hubiera sido insoportable, sino hubieran aprovechado del último resto de ella para escarmentar al enemigo y levantar más alto el pabellón nacional...”